Hay una gran diferencia entre ser una persona proactiva y ser reactiva, estamos hablando de conceptos prácticamente opuestos.
Las personas proactivas son emprendedoras, visionarias, líderes por naturaleza y persiguen lo que quieren. Ejecutan, buscan soluciones, realizan tareas y toman las riendas en el sitio de trabajo sin pasar por encima de la autoridad. También se hacen responsables de sus decisiones y pueden llegar a mostrar tendencia al liderazgo. Son minuciosos al momento de dar su siguiente paso, ya que no se toman su trabajo a la ligera. Están orientados a los cambios.
A diferencia de las proactivas, las personas reactivas se caracterizan por tener más dificultades para adaptarse a los cambios, no piensan en qué hacer si las cosas salen mal, no buscan soluciones y se enfocan solo en el corto plazo. Es decir, solo van viviendo de acuerdo al día a día. No tienen un plan de acción y ni siquiera piensan en metas a futuro. Este comportamiento lo llevan a todos los ámbitos de su vida, llegando a ser personas sin visiones o habilidades de liderazgo. Se dejan guiar fácilmente por sus emociones y son lentos para aprender de las experiencias de la vida.
A continuación te damos a conocer 6 pasos para cambiar tu actitud y empieces a ser una persona proactiva:
La cultura organizacional, anteriormente en las empresas, prácticamente obligaba a los empleados a ser personas que solo escuchaban y pocas veces se tomaba en cuenta sus opiniones e intereses. Hoy en día eso está cambiando, como trabajador debes empezar a modificar tu mentalidad, comenzar a buscar soluciones a los problemas laborales e incluso, buscar nuevas formas de hacer las tareas cotidianas.
Para ser proactivo el primer pasó es cambiar la mentalidad, porque una vez que transformas el enfoque en el que ves la vida, se mejoran los pensamientos y por lo tanto la actitud. Si tienes ideas que no te atreves a decir en las juntas, es hora de comenzar a decirlas.
Hacerte preguntas sobre ti mismo te ayuda a conocerte mejor y es una característica del perfil de una persona proactiva. Al saber cuales son tus oportunidades, habilidades, virtudes y debilidades, podrás valorar mejor tu personalidad y en lo que debes mejorar.
Hasta los trabajos más repetitivos necesitan que sus empleados tengan organización. Debes tener una rutina de trabajo ordenada y planificada, empezando por darle prioridad a las demandas de tu puesto laboral y luego analizar otras tareas o áreas. También el orden en tu escritorio es de suma importancia.
Ser un empleado proactivo significa no perder tiempo en actividades menores, ser productivo, tener un excelente manejo del tiempo y alta capacidad de concentración. Para lograr todo eso podemos hacer uso de las nuevas tecnologías, como son, las aplicaciones que hay para los smartphones (como las agendas); diferentes tipos de software que te permiten llevar una auditoría de tus recursos o formas de automatizar las rutinas de trabajo.
Uno de los mejores ejemplos de ser proactivo es atender a las tareas en orden de prioridad: se trata de ir de lo más urgente a lo menos urgente. Aunque puedes hacerlo según lo que funcione para ti. También hay empleados que prefieren terminar primero las tareas diarias y sencillas de forma más rápida, para poder concentrarse en lo más difícil.
No te conformes con los conocimientos que ya tienes, actualízate, descubre cómo mejorar en tu profesión. Expande tus horizontes. No te pongas límites ni te encasilles en una sola actividad. Si quieres ser proactivo, debes buscar formas de aprender algo nuevo.
Ahora que tienes estos consejos para ser una persona proactiva, ponlos en práctica; ayuda a la cultura de tu empresa, trabaja por objetivos y anima a tus compañeros a manifestar actitudes proactivas.