Llegó enero y te encuentras con la lista de propósitos que te planteaste cumplir este año, lo más probable es que cada año hagas lo mismo, proponerte metas y luego las hayas roto. Es hora de decidirte hacer realmente el cambio, después de todo, no puedes lograr nada si no lo intentas, y muchos objetivos que vale la pena alcanzar pueden ser difíciles de lograr la primera vez.
Aquí te damos algunos consejos para aumentar tus posibilidades de cumplir tus objetivos en el año:
De nada sirve pensar en un objetivo que nos encantaría alcanzar, pero que en este momento no es posible o es demasiado ambicioso. Esto es muy habitual y solo sirve para que las personas se frustren. Es bueno que las metas sean desafiantes, pero siempre pensar en los recursos con los que contamos para cumplirlas, tanto en las posibilidades personales y económicas como en las limitaciones.
Indicar cuándo y dónde llevarás a cabo tu actividad, ayuda a refrescar la memoria cuando es el momento y genera culpa si no te pones en marcha. No es lo mismo si haces un plan que diga solamente “Ir al gimnasio”, ya que sería muy poco definido, a uno que diga “Ir al gimnasio de lunes a viernes de 6:00 a 8:00 pm”. Esta estrategia te ayuda a anticiparte y a esquivar obstáculos que se te puedan llegar a presentar.
La explicación de por qué esto funciona es simple. Los premios modifican nuestras decisiones y las sanciones son más motivadoras que las recompensas, ya que no nos gusta que nos quiten algo. Una forma fácil de hacerlo es contarle a una persona tu objetivo para que te sientas avergonzado si te pregunta si ya lo has cumplido y descubre no. Otra sanción puede ser poner dinero en efectivo cada vez que no hagas esa tarea para llegar a la meta, puedes nombrar a alguien de confianza que te lo esté cobrando.
La mayoría de nosotros luchamos por la eficiencia cuando se trata de lograr nuestros objetivos. Si quieres ponerte en forma, crees que un entrenamiento intenso será justo lo que necesitas para ver un progreso rápido. Si quieres sobresalir en una clase, piensas que las sesiones de estudio largas y sin distracciones son la clave. Pero se ha demostrado que centrarse en la eficiencia puede dejarte cansado porque descuidarás una parte aún más importante de la ecuación: disfrutar el camino para llegar a ese objetivo.
Si no es divertido hacer ejercicio o estudiar, es poco probable que lo sigas haciendo. Pero si obtienes placer de tus entrenamientos o sesiones de estudio, la investigación ha encontrado que persistirás por más tiempo. Y al final, eso es lo que más importa para lograr una meta.
Una forma de hacer que perseguir un objetivo que normalmente se siente como una tarea sea más divertida, es combinarlo con un placer culpable. A esto se le llama “agrupación de tentaciones”. Considera solo permitirte ver tu programa de televisión favorito en el gimnasio para que comiences a esperar con ansias los entrenamientos. O solo permitiéndote beber tu café favorito durante las sesiones de estudio para que haya un gancho que te lleve a la biblioteca.
Si te desvías un poco de tu objetivo, tu instinto puede tomarlo como un fracaso y tirar la toalla. Por ejemplo, planeas acostarte temprano todas las noches, pero no pudiste resistirte a quedarte despierto hasta tarde un viernes para ver un episodio más de tu serie favorita. Después de eso, tus planes de irte temprano a dormir se fueron por el caño, porque como ya habías fallado, te desmotiva seguir con la meta.
Por suerte, hay una manera de sacarle la vuelta a este destino. Al establecer metas (como acostarte a las 10 p.m. todas las noches) pero darte uno o dos pases libres cada semana, puedes tener mejores resultados que al establecer metas difíciles o fáciles sin margen de maniobra. Tu objetivo ambicioso te mantiene motivado y la capacidad de declarar una "emergencia" o “pase libre”, en lugar de tirar todo por la borda, te hace que continúes avanzando después de un paso en falso.
Pasar tiempo con personas de alto rendimiento puede mejorar tu propio rendimiento. Si uno de tus objetivos del año es correr una maratón o escribir un libro, sería bueno comenzar a juntarte con amigos/personas que hayan llegado a la meta y puedan mostrarte cómo se hace. Aprenderás un poco con solo pasar tiempo juntos porque te inclinarás a ajustarte a sus patrones de comportamiento. Se ha demostrado que si les preguntas explícitamente a amigos exitosos cómo lograron un objetivo compartido y pruebas esas tácticas tú mismo, ganarás aún más terreno.
Por extraño que parezca, existe evidencia de que entrenar a amigos con objetivos compartidos también puede mejorar tu nivel de éxito. Cuando estás enganchado para darle a alguien más consejos sobre cómo lograrlo, aumenta la confianza en ti mismo. También te obliga a ser introspectivo acerca de lo que funciona de formas que de otro modo no podrías. Perseguir tus propósitos con amigos también es más divertido, y esa es otra clave para el éxito.
Espero que este artículo te haya servido para sentir que no has fallado, elige cualquier día para comenzar de nuevo y sigue estos consejos para establecer otro buen hábito.