El término API se usa desde hace algunos años en el ámbito de la tecnología pero no todas las personas saben lo que significa y cuál es su función. La sigla API se usa como abreviatura, en inglés, de Application Programming Interface o Interfaz de Programación de Aplicaciones. Es la interfaz que facilita que programas distintos puedan comunicarse.
La función de una API es ejercer como intermediario virtual, enviando información de una interfaz a otra, ahorrando tiempo, dinero y aligerando el trabajo realizado por los desarrolladores. Las API conectan diferentes partes de una plataforma de software con el fin de garantizar que la información acabe en el lugar adecuado.
Pueden incluirse en dos categorías:
Estas API normalmente conectan procesos internos de los equipos con el fin de reducir el trabajo aislado y mejorar la colaboración. Solo pueden acceder los desarrolladores y los usuarios de la organización.
Las API abiertas ahorran a los desarrolladores tiempo, pues les permite conectar su plataforma con herramientas que ya tienen, lo que reduce la necesidad de crear funciones totalmente nuevas. Éstas proporcionan a los desarrolladores externos un modo de acceder fácilmente a la información y realizar la integración entre herramientas.
A éstos se les denomina como protocolos de servicio web, son conjuntos de prácticas que dictan el modo de comunicar los datos y cómo se acceden a las API. Los dos protocolos son los más populares, REST y SOAP, ya que la mayoría de las API abiertas usan uno de los dos.
Las API sirven para toda clase de propósitos: sociales, financieros, de pagos online, de ecommerce, para empresas, administración o localización.
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