¿Te has topado con jefes o líderes de proyecto que vigilan cada paso de lo que haces, están constantemente revisando a detalle cómo vas con los avances del proyecto, no te dejan ser autónomo y tomar decisiones por tí mismo?... Has sido víctima del micromanagement.
¿Qué es el micromanagement?
Es un término que se refiere a un estilo de gestión o liderazgo que se caracteriza por controlar y supervisar en extremo los detalles menores de un trabajo y la producción en individual de las personas que forman un equipo, dándoles más o la misma importancia que los aspectos de mayor magnitud.
Los líderes micromanagers, por lo regular gastan la mayor parte de su energía corrigiendo detalles, evitan delegar el poder de toma de decisiones a los empleados, pueden estar demasiado obsesionados con la recopilación de información al obligar a los empleados a producir informes periódicos y detallados que a menudo son innecesarios.
Posibles causas
Todos los líderes tienen diferentes formas de gestionar, para encontrar la manera de conectarse mejor con sus equipos y encontrar la manera de trabajar más agusto; El problema surge cuando su estilo de gestión no permite el desarrollo de los empleados y retrasa el ritmo de trabajo.
Todo en extremo es malo, algunos gerentes creen que estar involucrados al máximo en todos los aspectos es beneficioso, sin embargo, ocasiona problemas a largo plazo, porque en lugar de brindarles orientación los llevan a una situación de estrés y poca motivación.
Un profesional se puede convertir en un microgestor por diversas causas:
- Obsesión por el control de las cosas.
- No conocer las fortalezas de su equipo y desconfiar.
- Necesidad de siempre mostrar su autoridad frente a los demás.
- Inseguridades de su capacidad como líder.
- Miedo a perder el control.
- Empleados no calificados en el equipo de trabajo.
- Inexperiencia en la gestión.
Consecuencias
Entre las consecuencias de este tipo de liderazgo se encuentran:
- Afectación en el desarrollo de los empleados. Ya que su superior exige ser consultado en todo momento.
- Inseguridad. Una sensación de que, no importa cuánto te esfuerces, tu trabajo nunca será tan bueno como el que el líder espera.
- Cuellos de botella constantes del proyecto debido a reuniones excesivas, control de acceso y partes interesadas.
- Ningún miembro del personal tiene la facultad de tomar decisiones.
- Temor por parte del equipo o empleado a proponer nuevas ideas. Lo que puede afectar enormemente a la evolución del equipo y de los procesos de trabajo. Creatividad, innovación y agilidad sofocadas.
- Provoca que sus subordinados sientan que no pueden trabajar sin contar con su supervisión en todo momento. Esta actitud es desgastante para ambas partes, ya que hay sobrecarga de trabajo para el líder, quien puede incluso comprometerse a realizar trabajos para los cuales no posee los conocimientos necesarios, solo por tener el control de todo.
- El equipo está obsesionado con el jefe y no con el cliente.
- Cada conversación con el gerente se siente como una revisión de desempeño.
Un equipo que tiene un líder microgestionado no es feliz, tienen miedo, son poco creativos y su trabajo cada día pierde más calidad.
Acciones para acabar con el micromanagement
Este tipo de liderazgo debe de ir en declive. Cada vez se están optando por formas de trabajo más saludables para las empresas, algunas de las acciones a tomar son:
- Contratar a profesionales responsables, confiables y compatibles con la cultura de la compañía.
- Comunicar el resultado que quieren alcanzar, pero permitir que los empleados definan y lleven a cabo el proceso que ellos consideren adecuado.
- Proveer los recursos necesarios para que el equipo realice su trabajo y supervisar el resultado para mejorarlo si es necesario. También, darle el crédito a los responsables, en lugar de adjudicárselo.
- Alientar la retroalimentación entre compañeros para que unos contribuyan al crecimiento de los otros.
- Otorgar al equipo poder de decisión.
Al conocer que es el micromanagement y sus consecuencias, es momento de analizar y prevenir este problema. Sobre todo, incentivar la confianza y la comunicación entre líderes, equipos y empleados para lograr mejores resultados.